¿Qué es el porcentaje de rebote?
El Porcentaje de Rebote mide cuántos usuarios acceden a nuestra página web y la abandonan sin haber pulsado en ninguno de nuestros contenidos.
Por ejemplo, cuando entramos a una página web para consultar un post sobre un tema concreto, lo leemos y cambiamos de web. Esto computará como una única visita a la web en una sola sesión. Independientemente del tiempo de conexión a dicha página. Por lo tanto, el porcentaje de rebote resulta de la división de cada sesión de una web entre aquellas visitas que sólo hayan visitado una única página del conjunto de la web o sin interactuar con la misma.
¿Una tasa alta afectará al SEO?
No hay un consenso sobre los límites aceptables del porcentaje de rebote pero según los siguientes supuestos sería mejorable: Si la tasa de rebote es superior al 55% en blogs y páginas de contenido; 45% en landing pages; o 40% en tiendas online se considera fuera de los límites aceptables. Independientemente del número de páginas de nuestra web (incluso si es una landing page con una única página) o el tiempo de uso de la misma por el usuario.
Por lo tanto, al leer esto, podríamos interpretar que un porcentaje de rebote alto afectará al SEO y el posicionamiento de nuestra web descenderá. Y así es. Sin embargo, Google Analytics tiene en cuenta el tiempo que cada usuario pasa en nuestra página puesto que se entiende que si un cliente pasa tiempo en nuestra página es porque nuestros contenidos les interesan. Siempre y cuando no haya sido una visita a una sola página (puesto que, aunque haya estado horas, contará como una visita de o h y 0 min). Así pues, aunque la valoración del posicionamiento SEO depende de otros campos para garantizar su fiabilidad, en el caso de una visita sin interacción con el resto de la web no contaría.
¿Qué podemos hacer para saber si las personas que entran en nuestra web y rebotan sin interactuar están interesados realmente en el resto de nuestros contenidos?
Como creadores de contenidos o vendedores queremos que cada usuario pase el mayor tiempo posible en nuestra web disfrutando de nuestros productos, pero no siempre es posible. Incluso cuando el usuario está muy interesado en nuestra temática, ya sea por tiempo o cualquier otra variable. En este caso, si quisiéramos saber si un usuario está interesado en el resto de contenidos que ofrecemos, podríamos ofrecerles la posibilidad de suscribirse a nuestro blog, solicitar contacto en nuestra landing page o registrarse como usuario de nuestra tienda online. Así podríamos conocer el interés real de nuestro público objetivo en nuestros contenidos sin la influencia negativa de una tasa de rebote alta.
¿Pero, cómo podemos intentar disminuir el porcentaje de la tasa de rebote de nuestra red?
La tasa de rebote puede incrementarse cuando el usuario:
- hace click en un link externo
- vuelve a la página anterior
- cierra el navegador
- pasa más de 60 minutos con la web abierta sin interactuar con ella (cada 60 minutos de inactividad se consideran una única sesión aunque la web pase horas abierta en nuestro navegador)
- ingresa a una página web diferente desde el navegador donde está viendo la nuestra.
Para mejorar nuestra tasa de rebote podremos:
- mejorar nuestros contenidos y palabras clave (con un planificador de palabras clave)
- simplificar la legibilidad de la página (e incorporar imágenes, listas, títulos y subtítulos que inviten a leerla)
- evitar los pop-ups que molesten al consumidor
- enriquecer la meta descripción de la página web (La información que aparece sobre nuestra página web en los motores de búsqueda a modo de subtitulo) Incluyendo una descripción concreta de nuestra página web en 155 caracteres que inviten al público objetivo a visitarnos.
Para conocer si estas propuestas de mejora son válidas se puede utilizar una herramienta de A/B testing en la que se observarán de manera fiable y científica las consecuencias de cada modificación de nuestra web en cuanto a la tasa de rebote.
