Guerra de precios
Una de las primeras decisiones cuando vamos a comercializar un producto o servicio en Internet es nuestra política de precios.
Algunos proyectos normalmente no suelen aportar nada más que un precio bajo…
El precio es lo más fácil de cambiar, se basa en una decisión rápida y nos olvidamos que normalmente ese camino solo va en un sentido.
Bajas el precio y tu competencia hace lo mismo junto con el resto de competidores y llegamos al punto en el que el sector entra en crisis o se reinventa para dar otro valor añadido y así poder sobrevivir, en ese recorrido desaparecen la mayoría de los actores.
Entrar en guerra de precios es una batalla perdida, pan para hoy y hambre para mañana, solo propuestas comerciales sin valor añadido al precio han de tener la necesidad de entrar en esta lucha.
Pero si no quiero ser el más barato ¿Qué tengo que hacer?
Puedes competir con aspectos diferentes al precio
- Merchandising,
- Servicio,
- Calidad,
- Asociación de productos
- Garantías
- Etc.
Busca tu diferencia que necesitas para que tu producto o servicio sea diferente y reconocible por tus clientes.
Como dice una importante cadena española de supermercados: «tus clientes son tus jefes», ese ha de ser el único norte de tu brújula, escucha a tus clientes.
Para ello hay que conocer bien tu mercado, cliente, necesidades, motivaciones de tus clientes al adquirir tu producto por eso es muy importante hacer un análisis DAFO de tu actividad y obtener información de tus clientes o prospectos a través de una pagina web, redes sociales.
Estudiar tu competencia sus productos o servicios y que la diferencia es importante para saber cual será tu nicho en tu ecosistema comercial.
En cualquier actividad comercial la gestión de la información es lo que determina la viabilidad de cualquier actividad.
Tu creatividad e imaginación es tu mejor arma.
Piensa, piensa, piensa y después ponlo en marcha de forma eficaz para que sea tuyo, después será de tus clientes.
Si empiezas a tener el mínimo éxito, cuenta con que tu competencia te copiará y posiblemente con mejores opciones que las tuyas.
La única solución es moverse constantemente y no permitir que se peguen a ti, reinvéntate todos los días. Pero hazlo con cabeza y serenidad, dar palos a ciegas puede ser la peor de las trampas por los costes económicos y de tiempo que suponen.
El objetivo es un rumbo comercial coherente, adaptado a tu mercado.
Nunca olvides la honestidad comercial, cobrar por tus productos o servicios lo justo para ti y tus clientes, si no eres honesto dejarás de ser competitivo.
Lo más importante:
Además de los beneficios económicos sentirás la genuina satisfacción de haber aportado algo de ti a tu proyecto y eso es tan importante como los resultados económicos.