La venta cruzada, también conocida como «cross-selling», es una estrategia de marketing y ventas en la que se ofrece a un cliente la oportunidad de comprar productos o servicios complementarios o relacionados con el artículo que está considerando comprar.
El objetivo principal de la venta cruzada es aumentar el valor de la transacción al persuadir al cliente para que adquiera productos adicionales que podrían ser útiles o atractivos en conjunto con su compra inicial.
En lugar de centrarse en vender solo un producto o servicio, la venta cruzada busca aprovechar el interés y la disposición del cliente para adquirir más productos que se alineen con sus necesidades y preferencias. Esta estrategia puede beneficiar tanto a los clientes como a las empresas, ya que los clientes obtienen una oferta más completa y conveniente, mientras que las empresas aumentan sus ingresos y fortalecen la relación con el cliente.
La venta cruzada puede ser efectiva cuando se hace de manera sutil y genuina, centrándose en proporcionar valor adicional al cliente. Sin embargo, es importante no ser demasiado agresivo ni forzar productos innecesarios al cliente, ya que esto podría tener un efecto negativo en la experiencia del cliente y en la percepción de la empresa.
