Se trata de la posibilidad de conectar todo tipo de dispositivos y objetos de uso común y frecuente a través de Internet, (móviles, tabletas, reloj inteligente…) bien sea para el hogar (cortadoras de césped para el jardín robotizadas, robot de cocina…), para mascotas (como los microchip para los perros) , para las personas (un pulsómetro para medir las pulsaciones cardiacas) .etc.
La idea surgió en el año 1999 por el tecnólogo Kevin Ashton, pero no fue hasta el año 2009 cuando hizo público el término. Aunque la idea de crear un mundo cada vez más digital era buena, se apresuró. No obstante, es algo que se ha ido desarrollando hasta el punto en el que su propuesta cobra sentido a día de hoy; conectarlo todo.
Para que el Internet de las cosas funcione, es imprescindible tener lo siguiente:
Puede aportar muchos beneficios, entre ellos: