Hot spotting o puntos calientes se refiere a áreas específicas de un elemento interactivo que son sensibles a la interacción del usuario. Estas áreas son especialmente diseñadas para ser seleccionadas o activadas, generalmente al hacer clic o tocar en ellas.
Los puntos calientes son importantes en el diseño porque permiten que los usuarios interactúen de manera intuitiva con los elementos de la interfaz. Al hacer que ciertas áreas sean más grandes y fáciles de alcanzar con el cursor del ratón o el dedo en dispositivos táctiles, se mejora la usabilidad y la experiencia del usuario.
Por ejemplo, considera un botón en una aplicación o sitio web. El área del botón que responde a la interacción (clic o toque) es su punto caliente. En lugar de hacer que todo el elemento del botón sea interactivo, se puede diseñar el punto caliente para que se adapte al tamaño del texto o icono dentro del botón, lo que permite una interacción más precisa y evita confusiones.
Los puntos calientes también son relevantes para elementos como enlaces, menús desplegables, controles deslizantes y otras interacciones interactivas. Un buen diseño de puntos calientes puede mejorar la accesibilidad, facilitar la navegación y reducir la posibilidad de errores del usuario al interactuar con la interfaz.
Los diseñadores de UI deben prestar especial atención a los puntos calientes en sus diseños para garantizar una experiencia de usuario fluida y satisfactoria, donde las interacciones sean claras, efectivas y se realicen sin problemas.
